VALORACIÓN DE EMPRESAS

Todo dueño de empresa se enfrenta en algún momento de su vida a la pregunta: ¿Cuánto vale mi Empresa? ​ 


La respuesta no es fácil, hay que tener en cuenta: factores internos y externos, tangibles e intangibles, económicos, sociales, tecnológicos, productivos, laborales, legales, de mercado, la marca, el sector industrial, el estado del activo fijo, las proyecciones futuras, el capital de trabajo, la estructura de costos, el costo de financiamiento, el riesgo, la posición competitiva de la empresa en su sector industrial y su evolución, pero por sobre todo hay que tener en cuenta la capacidad para generación de riqueza que la empresa posee. 


Casi siempre los empresarios se enfocan en lograr que su compañía crezca (en ventas, en número de clientes, en planta física, etc.), pero casi nunca se detienen a evaluar si están generando valor. ​  


La valoración de una empresa permite revisar el modelo económico-financiero que se emplea y la planificación futura. Permite conocer a los gestores de la empresa: cuánto vale la compañía y a partir de ese valor determinar qué estrategias crean o destruyen su valor. Es una herramienta vital para la planificación financiera y en general, para la toma de decisiones. ​ 


Sirve para conocer el real estado actual de la empresa, pero también cuál es el potencial o cuánto puede llegar a valer la empresa que uno tiene. Permite saber qué cosas conviene hacer, qué acciones disminuyen su valor, cuáles son tus fortalezas que debe explotar y cuáles son las debilidades que debe corregir.

Valorar una empresa es una clara oportunidad de mejoramiento, porque se realiza un análisis de sus puntos débiles y se determina las mejoras que se pueden o deben introducir. ​ 


En el competitivo mercado actual cada vez más hay compañías que utilizan la valoración de empresas para analizar la variación de su valor con cada cierre de año, de modo de poder evaluar correctamente la gestión y las decisiones que han tomado o implementado. ​ 


Finalmente, con toda la información se determina un rango de valores para la empresa. Con esta valiosa información se puede tomar las mejores decisiones de venta total o parcial, crecimiento, inversión, financiamiento o la incorporación de socios estratégicos o capitalistas.

Razones para conocer el valor de su empresa: ​

  • Vender una parte de ella o su totalidad. 
  • Fusionar la empresa con otra. 
  • Solicitar financiamiento. 
  • Implementar un sistema de remuneración basados en la creación de valor. 
  • Para realizar la planificación estratégica. 
  • Incorporar un socio a la sociedad. 
  • Dividir una empresa. 
  • Repartir una herencia. 
  • Quiebras y/o liquidación. 
  • Reestructuración de la compañía.
  • Gestionar el valor (Identificación de los impulsores de valor).

Las metodologías más comunes para valorar empresas son:


MULTIPLOS DE EBITDA:

El valor de una empresa, utilizando esta metodología, es el producto del EBITDA promedio ponderado de la compañía con el múltiplo de EBITDA. ​ 


EBITDA (Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation and Amortization o Utilidad Antes de Intereses, Impuestos, Depreciación y Amortización) mide la capacidad de generación de riqueza de la empresa independientemente de su estructura financiera, es decir, como si no tuviese deuda. ​ 

Para determinar el EBITDA de una empresa se calcula su valor real o depurado de los últimos años y se pondera según su grado de importancia o de representatividad. Generalmente, el último año tiene mas peso en este promedio ponderado que los años anteriores. ​ 

En el múltiplo de EBITDA depende del sector industrial en que la empresa participa, el país en el cual reside y del riesgo.

FLUJOS DE CAJA DESCONTADOS :

Para determinar el valor de una empresa por este método se debe estimar los flujos de caja que generará la empresa en el futuro para los proveedores de fondos (Deuda y Capital) una vez cubiertas todas sus necesidades de inversión. Estos flujos son traídos a valor presente a través de una tasa de descuento. El valor resultante es el Valor Presente Neto (VPN) de la empresa o su valor. 


​La tasa de descuento a utilizar para traer a valor presente los flujos futuros es el Costo Promedio Ponderado de Capital (WACC). El WACC de una empresa está directamente relacionado al nivel de riesgo inherente a la empresa. 


Esta metodología es ampliamente usada para obtener el valor tanto de proyectos, como de empresas. Ha demostrado ser uno de los más efectivos y confiables a la hora de estimar el valor.

OPCIONES REALES:

Esta metodología es una versión más refinada de la metodología de Flujos de Caja Descontados, que se basa en la estimación del valor de una empresa a partir de los flujos esperados de un único escenario futuro. Ésta simplificación le puede restar valor a la empresa. 


Le resta valor porque la empresa no está forzada a reaccionar de la misma manera ante todos los posibles eventos que puede enfrentar en el futuro. Por lo tanto, las flexibilidades operacionales (opciones reales) que posee la empresa deben ser incorporadas al modelo para evitar subvalorar la empresa.

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